Esta campaña busca que las trabajadoras del hogar conozcan los derechos reproductivos y laborales que se les deben garantizar ante la decisión de ser madres, así como los mecanismos de acceso para poder gozar de éstos. En específico, los relacionados con el embarazo y los cuidados posparto, es decir, las licencias de maternidad y el acceso a guarderías para sus hijos e hijas.
Algunos datos
9 de cada 10 trabajadoras del hogar
no están registradas en el Seguro Social, por lo que no tienen acceso a atención médica, licencias de maternidad pagadas ni guarderías para sus hijos e hijas.
Más de la mitad
de las entrevistadas se embarazó de uno o dos de sus hijos o hijas al estar empleadas. La mayoría dejó de trabajar entre el séptimo y el octavo mes de embarazo.
La mayoría de las trabajadoras del hogar, al no estar afiliadas al seguro social, no perciben un sueldo durante el tiempo que están inactivas. En casos relacionados con el nacimiento de un hijo o hija, las personas empleadoras no pagan a las trabajadoras del hogar el tiempo que están inactivas antes de regresar a su trabajo.
‘‘No, no me pagaban nada, como ora sí que me pidió que le mandara yo otra persona que fuera de confianza, me decía ella que fuera igual que yo, que no tomara lo que no era de ella y eso, entonces iba a ayudarla otra señora que yo le mandé’’
En un contexto donde las trabajadoras del hogar carecen de derechos laborales, como atención obstétrica y días de descanso antes y después del parto, son ellas quienes deben hacerse cargo de las implicaciones de cursar un embarazo.
‘‘No pedía permiso porque iba a las 7 de la mañana antes de ir a mi trabajo’’
Con frecuencia las trabajadoras del hogar no cuentan con licencias de cuidado, estancias infantiles o guarderías que les permitan el cuidado de sus propios hijos e hijas.
‘‘La dejaba con ora sí que aquí con mi mamá y ella se quedaba con ella y ya de puro biberón’’